Boécio, Consolação da filosofia
>> Roteiro de estudo de filosofia: ant.: Boécio. Próx.: Filosofia medieval árabe.
la mitad del camino de mi vida he sentido sonar la hora definitiva del sufrir.
cuán larga se me hace una vida tan tediosa!
“No hay peligro; es sólo un letargo lo que sufre, la enfermedad de todos los desengañados.
“¿Crees que sea ésta la primera vez que una sociedad depravada pone a prueba la sabiduría?
no tienes que admirarte al ver que en el océano de la vida sintamos las sacudidas de furiosas tempestades, ya que nuestro gran destino es no agradar a los peores.
Nada esperes, nada temas y dejarás desarmado e impotente a tu más airado enemigo; pero si trepidas por el miedo o vacilas por una esperanza, ya has perdido tu firmeza, has vendido tu independencia, has abandonado tu escudo; y, desalojado de tus posiciones has atado a tu cuello una cadena que para siempre te arrastrará”.
fortuna que no se avergonzara al ver acusado al inocente, ¿tampoco se indignó ante la bajeza de los acusadores?
Epicuro, preguntábase no sin cierta razón: Si Dios existe, ¿de dónde viene el mal? Mas ¿de dónde proviene el bien si Dios no existe?
como recompensa de mi virtud real sufro el castigo de un delito imaginario.
“Lo que viene a colmar mi infortunio es ver cómo en la estimación vulgar no se atiende al mérito de la acción y sí sólo a su resultado,
que se ve atenazado por la desgracia lo primero que le falta es la estima de los demás.
la carga más pesada de la desgracia es que se crea ante la primera acusación que el infortunado tiene merecida con justicia la suerte que le toca sufrir.
Ninguno de los seres se desentiende de tu ley antigua, ni ninguno descuida su tarea en el puesto que tú le fijaste; todo lo conduce y guía tu voluntad inmutable: los actos humanos son los únicos que no gobierna tu voluntad soberana.
El inocente se ve aplastado bajo el peso de un castigo que merece el criminal; el vicio se encumbra en excelso trono y, siempre dominando la injusticia, el malvado pisotea el cuello del hombre recto. Se eclipsa el brillo de la virtud, perdido en sombrías tinieblas, y el justo soporta las acusaciones que merecen los malvados: éstos nada tienen que temer de sus perjurios, ni de sus fraudes vestidos de mentida apariencia. Que cuando quieren hacer prueba de lo que alcanza su poder subyugan hasta a los mismos reyes, a quienes temen y respetan pueblos enteros.
“¡Oh! Echa una mirada sobre las miserias de este mundo, Tú, quienquiera que seas, que has fijado las leyes del Universo.
“Ahora veo que existe otra causa para tu mal —dijo la Filosofía—, y ésa es, sin duda, la más influyente: es que tú no sabes quién eres.
“Tú, igualmente, si quieres percibir la verdad en todo su fulgor y avanzar por el camino recto, deja a un lado las bulliciosas alegrías, aleja de tu corazón el temor, desecha la esperanza, ahuyenta todo dolor. Bajo el dominio de esas pasiones, pesada niebla se cierne sobre el espíritu, que se siente como atado con fuertes cadenas.”
¿Qué deploran las tragedias en su severa entonación sino los ciegos golpes de la fortuna que abate poderosas y fuertes monarquías?
la entrada del templo de Júpiter había dos toneles, uno lleno de bienes y el otro de males?
Nunca es rico quien con lamentos y clamores se juzga en la miseria”.
Lo único inmutablemente establecido por una ley eterna es la eterna inconstancia de todas las cosas creadas.”
en todos los reveses de fortuna el pesar que más agobia es el haber conocido la dicha”.
nadie está contento con su suerte; en todos los estados y condiciones hay algo que apetece quien no lo conoce, y que, después de probado, causa hastío.
hombre, cuanto más feliz, más exigente se muestra;
miserable es la dicha de los hombres, ya que no sacia a los que ansían ni dura en los que moderadamente la gozan.
¿Existe nada más digno de aprecio para ti que tú mismo? Nada —me responderás seguramente—. Por tanto, si sabes ser dueño de ti mismo, estarás en posesión de un bien que nunca querrás perder y que la Fortuna jamás te podrá arrebatar.
“Las necesidades de naturaleza se llenan con pocas cosas y no exquisitas; todo lo que pase el limite de la saciedad
“Las necesidades de naturaleza se llenan con pocas cosas y no exquisitas; todo lo que pase el limite de la saciedad se torna desagradable o se hace dañoso.
“¡Menguada condición la de las riquezas humanas, que, una vez adquiridas, hacen perder el sosiego![31]
¡más furiosa que las llamas del Etna nos avasalla la ardiente pasión de la codicia!
no se honra a las virtudes por el cargo, sino al cargo por las virtudes del que lo desempeña.
¿puede haber autoridad alguna que alcance al hombre, si no es en su parte inferior, que es la corpórea, o en algo todavía más bajo, que son sus bienes?
¿puede haber autoridad alguna que alcance al hombre, si no es en su parte inferior, que es la corpórea, o en algo todavía más bajo, que son sus bienes? 7.– ”¿Quién impondrá jamás su ley a un espíritu libre? ¿Quién puede arrebatar su sosiego a una mente que, merced a una sólida instrucción, llegó a ser dueña de sí misma?
¿Qué mal podéis hacer a otros, que no hayáis de temer para vosotros de parte de los demás?
el poder no conseguirá jamás hacer dueño de sí mismo al que se ve encadenado en las prisiones de sus vicios; por último, una dignidad conferida al malvado no solamente no lo hace digno de ella, sino que más bien lo traiciona haciendo patente su indignidad.
“Yacéis en profunda oscuridad; y así vuestra fama, por mucha que sea, no permite conocer vuestra alma. Si creéis que vuestra vida se prolonga merced al soplo de un nombre mortal y perecedero, día vendrá en que el tiempo os arrebate ese nombre y para entonces os aguarda una segunda muerte.
Llora, si quieres, las riquezas perdidas; pero reconoce que has encontrado la más estimable entre todas ellas: los amigos.
felicidad. Y ésta, precisamente, consiste en un bien de naturaleza tal que el que llega a poseerlo ya no puede desear otra cosa.
la síntesis de los humanos bienes: riquezas, honores, gloria, poder, placeres. Epicuro no encontraba en la vida otra cosa, fuera de las dichas, que se pudiera llamar bien; por lo que, consecuente con su doctrina, llamaba sumo bien al placer;
perfecta felicidad habrá de consistir en un estado en el que abunden toda clase de bienes, en que no se necesite de otro, bastándose uno a sí mismo.
no hay orden establecido que sea duradero sino el que une el principio con el fin en un ciclo inmutable.
las necesidades de naturaleza son muy pequeñas, al paso que las creadas por la ambición son infinitas.
pública investidura que de por sí a nadie hace digno de los honores, más bien descubre la bajeza de aquellos a quienes expone al desprecio universal.
lo que carece de valor intrínseco hoy parece que brilla para mañana eclipsarse, según el gusto de la opinión.
los reyes está reservado mayor número de desventuras que de bienandanzas.
“¿Se podrá confiar en la ayuda de amigos que crea la fortuna y no la virtud? El que se hizo amigo en el tiempo de la prosperidad se convertirá en enemigo cuando llegue la desgracia.
“¿Y quién podrá perjudicar tanto como un enemigo que antes fue vuestro familiar?
ya es sabido lo que alguien dijera de los hijos, a los que llamaba sus verdugos. Cualquiera que sea la condición de ellos, siempre son una preocupación para los padres.
Eurípides, el cual llama feliz en su desgracia al hombre que no tiene hijos.
cuanto más se aleja un ser de la inteligencia suprema más implicado se ve en las redes del Destino; y por el contrario, cuanto más se acerca a aquélla tanto más libre se ve de este.
“Lo que el raciocinio es para la inteligencia, lo que es la criatura con respecto al Ser por esencia, lo que es el tiempo a la eternidad y el círculo al centro, eso es el desarrollo evolutivo del Destino con respecto a la Providencia.
el cuerpo de los hombres santos ha sido edificado por las potencias celestes.
así como no hay pacto ni acuerdo entre buenos y malos, éstos entre sí tampoco llegan a una inteligencia.
si un acontecimiento sobreviene sin causa, es como si saliera de la nada; y siendo esto imposible, igualmente lo será que exista el azar tal como lo hemos definido o supuesto”.
“Podríamos, pues, definir así el azar: es un acontecimiento imprevisto que un conjunto de causas concurrentes hacen entrar en la cadena de hechos realizados con determinado plan.
las almas humanas necesariamente serán tanto más libres cuanto mejor se mantengan en la contemplación de la mente divina; su libertad irá disminuyendo a medida que desciendan a los cuerpos, y todavía más cuando queden aprisionadas en miembros terrenos.
las almas humanas necesariamente serán tanto más libres cuanto mejor se mantengan en la contemplación de la mente divina; su libertad irá disminuyendo a medida que desciendan a los cuerpos, y todavía más cuando queden aprisionadas en miembros terrenos. 9.– “Llegarán al extremo de la esclavitud cuando, entregadas a los vicios, pierdan la propiedad de la razón, que es su sello característico.
que está dotado de razón, está por el mismo hecho dotado de libertad para querer o no querer; pero hay que advertir que no todos tienen el mismo grado de libertad. 7.– “Porque las sustancias superiores y divinas que gozan de juicio clarísimo y de voluntad íntegra y firme, tienen asimismo poder eficacísimo en la realización de sus deseos. 8.– “En cambio, las almas humanas necesariamente serán tanto más libres cuanto mejor se mantengan en la contemplación de la mente divina; su libertad irá disminuyendo a medida que desciendan a los cuerpos, y todavía más cuando queden aprisionadas en miembros terrenos. 9.– “Llegarán al extremo de la esclavitud cuando, entregadas a los vicios, pierdan la propiedad de la razón, que es su sello característico. 10.– “Porque una vez han bajado desde la contemplación de la luz soberana de la verdad hasta la del mundo inferior y tenebroso, quedan envueltas en la oscuridad de la ignorancia, viéndose perturbadas por funestas pasiones; y si con éstas ceden y consienten, refuerzan la esclavitud a que se sometieron, viniendo a quedar presas en su propia libertad.
ridículo oráculo de Tiresias: «Cuanto yo dijere sucederá o no sucederá»?
¿Qué Dios creó semejantes conflictos entre dos verdades, que por separado son firmísimas pero juntas se hacen incompatibles?
por qué el espíritu humano ha de sentir esa pasión vehemente por descubrir las secretas señales de la verdad?
por qué el espíritu humano ha de sentir esa pasión vehemente por descubrir las secretas señales de la verdad? ¿Conoce ya qué sea eso que ansiosamente desea saber? ¿Pero quién es el que padece por aprender lo que ya sabe? Y si lo desconoce, ¿qué es lo que a ciegas busca esta inteligencia? ¿Puede desearse lo que no se conoce? ¿Quién sería capaz de buscar una cosa desconocida? ¿Cómo sabría que la había encontrado? Y una vez hallada, ¿cómo la reconocería?
Sepultada ahora en un cuerpo tenebroso, no ha olvidado del todo su primitivo estado; y, perdido el recuerdo de lo particular, guarda, sin embargo, el del conjunto.
Por eso, el que busca la verdad se halla en un estado intermedio: ni lo sabe ni lo ignora todo:
la presciencia no crea necesidad en los hechos futuros y, por lo tanto, no se opone al libre albedrío.
“Los sentidos se limitan a conocer la forma que recibió una materia dada; la imaginación sólo atiende a la forma sin cuidar de la materia. 29.– “La razón va más allá, y por un examen comparativo y general determina la especie de cada individuo.
los sentidos nada pueden fuera de la materia; la imaginación no llega a los caracteres universales, ni la razón a las formas simples.
“Los sentidos se limitan a conocer la forma que recibió una materia dada; la imaginación sólo atiende a la forma sin cuidar de la materia. 29.– “La razón va más allá, y por un examen comparativo y general determina la especie de cada individuo. 30.– “La inteligencia contempla las cosas desde mayor altura; y pasando de la esfera de lo universal, intuye las formas simples en sí mismas,
“Los caracteres universales que aprehende la razón, las formas que contempla la imaginación, las impresiones que proporciona la materia, todo, en una palabra, lo alcanza la inteligencia, y sin necesidad de la razón, de la imaginación ni de los sentidos, sino mediante el acto mental uno y simple con el que todo lo ve bajo la idea de forma o tipo.
existe una noción universal, todos entienden que se trata de algo que cae dentro de los dominios de la imaginación y los sentidos; pero no son éstos los que le dan su carácter de universalidad, sino la razón, mediante su trabajo propio,
“Si existe una noción universal, todos entienden que se trata de algo que cae dentro de los dominios de la imaginación y los sentidos; pero no son éstos los que le dan su carácter de universalidad, sino la razón, mediante su trabajo propio, que es la abstracción.
en todo proceso cognoscitivo se pone en juego la actividad del sujeto o facultad que conoce y no la del objeto?
siendo el juicio un acto del que juzga, necesariamente lo ha de realizar en virtud de su propia potencia y no por actividades externas.
la sensación es el único conocimiento que pueden tener los vivientes inmóviles, como los que viven fijos a las rocas o en el fondo del mar. “Ya tienen imaginación los animales que pueden moverse y que parecen experimentar repugnancias y deseos. 4.– “La razón es privilegio de la raza humana y la inteligencia lo es de la divinidad.
“Elevemos, si nos es posible, nuestro espíritu hasta las cumbres de aquella inteligencia suprema: allí verá la razón lo que en si misma no puede percibir, y comprenderá cómo aun los acontecimientos que no tienen segura su realización pueden ser objeto de la divina presciencia, verdadera y precisa, no siendo ello una conjetura sino ciencia simplicísima y absoluta.
el conocimiento de las cosas no depende de la naturaleza de ellas sino de la del ser que las conoce,
eternidad es la posesión total y perfecta de una vida interminable.
“Todo ser que vive en el tiempo está de continuo yendo desde lo pasado a lo futuro, siendo incapaz de abarcar de una sola vez toda la duración de su existencia.
no puede abarcar de una vez su duración: no está todavía en el futuro ni tampoco es suyo el pasado.
el ser que abarque y posea igualmente en su totalidad la plenitud de una existencia sin limites, de manera que no le falte ni un solo instante del porvenir ni del pasado, con toda razón se podrá llamar eterno.
en su presente reúne la infinidad de los momentos del tiempo que fluye.
“Son cosas muy distintas, en efecto, el prolongar indefinidamente una existencia sin límites, atributo, según Platón, propio del mundo, y abarcar igualmente en su totalidad la actualidad de una existencia ilimitada, lo que evidentemente corresponde a la divina inteligencia.
en la imposibilidad de estacionarse, el fluir de los seres ha emprendido el camino sin fin del tiempo,
en la imposibilidad de estacionarse, el fluir de los seres ha emprendido el camino sin fin del tiempo, y de este modo, siempre en marcha, prolonga una existencia cuya plenitud no ha podido abarcar estabilizándose.
Dios es eterno y el mundo es perpetuo.
como el juicio abarca el objeto conforme a las leyes de la naturaleza cognoscente, y Dios goza de un eterno presente, su ciencia, elevándose por encima de todo movimiento del tiempo, conserva la simplicidad del estado presente; y abarcando el curso infinito del pasado y del futuro, considera todos los acontecimientos en su conocimiento simplicísimo como si sucedieran en el presente.
de la misma manera que vosotros veis series de hechos en el presente fugaz que vivís, Dios los contempla todos en el eterno presente de su existir.
mirada de Dios al contemplar las cosas no transforma su carácter; y siendo para él presentes, son, sin embargo, futuras con relación al tiempo.
un mismo hecho futuro, referido a la ciencia divina, aparecerá como necesario, pero considerado en su propia naturaleza, será independiente y libre.
todo hecho futuro va precedido de la mirada divina, que lo trae a la presente actualidad de su conocimiento propio. La presciencia no cambia la manera de conocer, como tú crees, sino que de una sola vez, en un presente eterno, prevé y abarca todos los cambios posibles, sean o no voluntarios.
esta universal actualidad que todo lo abarca y percibe se da en Dios no en virtud del desarrollo de los hechos futuros, sino en virtud de la suma simplicidad, propia de su naturaleza.
todo hombre que pueda llamarse feliz es dios;
aun en los seres animados el deseo de subsistir no depende de la voluntad sino que obedece a una ley natural.
el amor de sí mismo no procede de un movimiento propio del alma, sino de una exigencia de la naturaleza.
todos los seres aspiran al bien, que se puede definir de esta manera: el bien es, por esencia, lo que todos los hombres desean”.
queda, sin ningún género de duda, en el fondo de nosotros mismos, una semilla de verdad, que brota de nuevo al cálido soplo de la investigación y la doctrina.
“Si buscando el hombre la verdad desde el fondo de su corazón, no quiere desviarse del camino, debe volver sobre sí mismo los ojos de su mente y replegar su propio espíritu con amplio movimiento, a fin de comprender que todo lo que penosamente busca en el exterior se halla encerrado
¿quieres que acumulemos los argumentos, haciéndolos como chocar unos contra otros? Puede ser que ello haga saltar magníficas chispas de verdad”.
Dios puede hacer el mal?” “¡No!” 29.– “Por lo tanto, el mal no existe, ya que no puede hacerlo el que es omnipotente”.
“La naturaleza divina “es semejante a una esfera perfectamente redonda” y hace girar la esfera móvil del mundo, permaneciendo en su inmoble estabilidad[48].
Platón: Sólo los sabios pueden hacer lo que quieren; los malvados podrán satisfacer sus gustos, pero nunca llegarán a cumplir sus verdaderos deseos.
aquel que se ha dejado transformar por el mal o por el vicio no puede ser considerado como hombre.
todo el que abandona la virtud deja de ser hombre; e incapaz de llegar a ser un dios, se convierte en bestia.
que me asombra sobremanera es saber que a pesar de todo lo que vemos, hay un Dios que gobierna el mundo.
Porque Providencia es la razón divina en sí misma, que residiendo en el supremo principio universal, todo lo dispone; mientras que el Destino, inherente a todos los seres mudables, regula sus manifestaciones y es el nexo por el cual la Providencia relaciona todas las cosas, situándolas en su propio lugar.
la inteligencia divina. 8.– “Ella, retirada en el alcázar de su simplicidad, determina la ordenada multiplicidad de formas en el desarrollo de los seres. Considerado este ordenado plan con respecto a la unidad de la divina inteligencia, se llama Providencia; considerado con relación a los hechos que provoca y regula, los antiguos lo llamaron Destino.
desarrollo temporáneo de este plan visto en su unidad por la divina inteligencia, es lo que llamamos Providencia; y ese mismo conjunto realizado y concretado sucesivamente, se dice Destino[50].
siendo diversas, se relacionan mutuamente, porque el orden del Destino depende de la simplicidad de la Providencia.
forma determinada y simple de los acaecimientos y de las cosas, es la Providencia; mientras que Destino es el nexo en el movimiento y desarrollo sucesivo del plan simplicísimo cuya ejecución ha dispuesto la Divinidad[51].
entre todas las esferas que giran alrededor de un mismo eje la más interior participa en mayor grado de la unidad e inmovilidad del centro común, viniendo a formar con él una sola cosa, al paso que la más externa se ve arrastrada en un movimiento circular muy amplio recorriendo un espacio tanto mayor cuanto más alejada está del centro,
todo lo que se une con tal centro necesariamente escapa de la complejidad y dispersión que el movimiento supone;
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